Soy oregoniano de pies a cabeza. Fui concebido y criado en Williamina, población 1100. Asistí a la Universidad Estatal de Oregón para obtener mi título universitario, lo obtuve y luego formé una familia. Una vez que mis dos hijos ingresaron al sistema de escuelas públicas, regresé a la escuela, la Facultad de Derecho de la Universidad de Oregón, y me gradué en 1985. La U de O hizo todo lo posible para convertirme de un castor a un pato. Los esfuerzos fracasaron. Sigo siendo un castor en un pueblo de patos. Sin embargo, apoyo a los Ducks cuando no están luchando en la Guerra Civil.
Trabajé como asistente del abogado municipal en Corvallis por un breve tiempo antes de mudarme a Eugene y comenzar a trabajar para la firma que ahora es Moore & McQuain. Veinticinco años después, sigo aquí. Tengo miles de casos en mi haber, y todavía amo lo que hago. Ayudar al “pequeño”, que se lesionó en el trabajo, a luchar por todo lo que razonablemente pueda obtener de la compañía de seguros es la mejor parte de mi trabajo.
Mis dos hijos se graduaron de la U de O y se casaron con otros patos. Tengo la suerte de tener dos grandes nueras. Ambos finalmente me han producido algunos nietos, cuyas imágenes salpican mi oficina. Mientras esperaba a los nietos, adopté a dos niños adicionales que ahora tienen 16 y 13 años, una niña (mi primera) y un niño. Mi familia, cada uno de sus miembros, es muy importante para mí. Hacen que mi vida sea completa.
¿Por qué ley? Siempre me ha gustado la competencia, una buena pelea. Esto se puede confirmar preguntando a mis hermanos. Apenas llegaron a la edad adulta con sus cuerpos intactos. ¿Por qué la Ley de Compensación de Trabajadores y Seguridad Social? Soy, en esencia, un gran trabajador, un trabajador de cuello azul. Quiero ayudar a las demás abejas obreras del mundo.
Provengo de una larga línea de madereros y constructores, así que, no es de extrañar, me gusta construir como pasatiempo. Uno de mis hijos y yo construimos la casa en la que él y su familia ahora viven. Nos tomó cinco años de esfuerzo de tiempo libre terminarla, y luego pasé a remodelar la mía y construir sillas altas para mis nietos. No soy más que persistente, un buen rasgo para que lo tenga su abogado. Espero poder poner mi persistencia y experiencia a trabajar para usted.